miércoles, 22 de junio de 2011

LA PARTITURA: ACTO II

Acto II: Introducción

Repentinamente, desperté del extraño estado onírico en el que me encontraba; al parecer la devolución de mis fluidos internos había realizado de nuevo el milagro ( y digo de nuevo porque ésta es la primera de reiteradas veces al día en que me ocurrirá el citado fenómeno vomitivo) y me había vuelto a la razón, luego de caer en la cadena anteriormente mencionada, y de sobras conocida por mí, de verbos inconexos y pensamientos retorcidos...A costa, por supuesto, de dejar hechas una pena las magníficas baldosas doradas, con grabados a juego con la bañera y el grifo, cubiertos de oro macizo, de mi opulento cuarto de baño; cosa que por cierto no me suele importar en demasía, pues en cuanto doy un par de palmadas, mis numerosos criados acuden prestos con sendas fregonas y cubos a rebosar de agua, encantados de limpiar todo lo que yo voy ensuciando y haciéndolo con una sonrisa porque, si no lo hacen, normalmente les reduzco o incluso anulo por completo sus jornales, ya de por sí poco cuantiosos.
Ciertamente, a primera vista puede parecer incluso algo cruel pero, díganme ustedes, ¿Qué sería de este mundo nuestro tan maravilloso y civilizado sin un poco de disciplina autoritaria...? ¡Qué hubiera sido de este país sin una reina como Su Majestad, la reina Victoria, y sin su juicioso mandato, mediante el cual nos supo dirigir sabiamente durante la Revolución Industrial, y nos sumergió en un mar de abundancia, no sólo política y económicamente hablando, sino también dando pie a nuevos movimientos culturales, e incluso triunfando (y haciendo honor a su nombre) sobre la terrible epidemia del cólera de 1851! ¡Qué hubiera sido de los hindúes, esa especie de salvajes que tan sólo visten algo inquietantemente semejante a una cortina, sin el soporte y atención de nuestro humilde ejército para dirigirles por el buen camino! En resumen, nada tiene de malo que yo les aplique ciertas normas estrictas a mis criados, cuando desde siempre el hacerlo ha causado tanto bien a la humanidad, y sabe Dios que las clases sociales superiores hemos de domesticar a las más miserables , dejando claro cuál es sus sitio y administrando sus bienes; es algo absolutamente natural, que beneficia a todos y continúa el ciclo del equilibrio humano...
¡Oh, pero, por todos los santos, cuán rudo he sido al no presentarme aún!

To be continued...

Say Hello to the Queen

Andy Knife

1 comentario:

  1. Cual Erzsébeth Bator (y).

    Ahora darás cuenta diferencial entre blog y facebook. Por el facebook, todos son cosicas de buen rollo. Del tipo etcétera. Vanas y pueriles. (Por eso yo también tengo uno: para promocionarme el blog, simplemente)
    Un blog, sin embargo, hay que leerlo, y cuesta mucho que, hoy en día, la gente se pare a leer. (Más que nada porque seguimos leyendo los mismos de siempre.)
    Suerte en tu andadura blogueril.

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